día 16. Dale el control a Dios.
La terquedad es una de las actitudes que más desastres traen a nuestra vida, pero ¿Qué significa ser terco/a? <<Ser tercos es querer hacer las cosas a una manera, la nuestra>>, a diferencia de la perseverancia, que se refiere a mantener constancia en un proyecto ya comenzado o prolongar algo por un tiempo largo y por lo general nos trae beneficios y recompensas como este ayuno de 21 días, el cual implica una acción de perseverar.
Aunque la gente a veces hace bromas acerca de ser cabeza dura, la obstinación o terquedad, no es un rasgo del cual enorgullecerse. Muchos versículos en las Escrituras nos advierten sobre el peligro de ser arrogante o de dura cerviz. La Biblia pone en claro que no querer escuchar a Dios y seguir nuestras propias inclinaciones tiene serias consecuencias: <<pero ellos no me obedecieron ni me prestaron atención, sino que siguieron los consejos de su terco y malvado corazón. Fue así como, en vez de avanzar, retrocedieron>> (jeremías 7.24). ¡Ser tercos no solo atenta contra nuestro crecimiento espiritual, sino que hace avanzar nuestras vidas en la dirección contraria! -
Reflexión:
El primer paso para suavizar el corazón terco y arrogante es someterse -renunciar a nuestro deseo de tener el control- y decirle al señor: <<Yo quiero lo que tú quieras>>. Eso requiere lanzar el orgullo por la ventana y humillarnos.
Oración:
Padre, hay momentos en los que mi necesidad de controlar las cosas me hace ser orgulloso, arrogante y terco. Ayúdame a aprender a someterme en vez de insistir en hacer las cosas a mi manera. Deseo seguirte porque eres mi buen pastor y sé que estoy seguro permaneciendo bajo tu cuidado. Amén.
Versículos de estudio adicional.
Oseas 4:16
Salmo 25:9
Salmo 81:10-14
Santiago 4:10
Frase del día:
Te doy el control de mi vida Señor, yo quiero lo que tú quieras.


