"Al entrar Jesús en Cafarnaún, se le acercó un capitán de la guardia, suplicándole: «Señor, mi muchacho está en cama, totalmente paralizado, y sufre terriblemente.». Jesús le dijo: «Yo iré a sanarlo.". El capitán contestó: «Señor, ¿quién soy yo para que entres en mi casa? Di no más una palabra y mi sirviente sanará, pues yo, que no soy más que un capitán, tengo soldados a mis órdenes, y cuando le digo a uno: Vete, él se va; y si le digo a otro: Ven, él viene; y si ordeno a mi sirviente: Haz tal cosa, él la hace.». Jesús se quedó admirado al oír esto, y dijo a los que le seguían: «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe. Yo se lo digo: vendrán muchos del oriente y del occidente para sentarse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos, mientras que los que debían entrar al reino serán echados a las tinieblas de afuera: allí será el llorar y rechinar de dientes.»"- Mateo, 8:5-12-

Hoy podemos ver la alegría de Jesús al encontrar a un hombre con tanta fe, su alegría es tal que nos muestra el camino a su gloria. Como bien sabemos, Jesús había sido enviado al pueblo de Israel solamente, pero en su paso por esta vida terrenal, se dio cuenta de que no todo el pueblo de Israel estaba abierto a la salvación y su fe estaba cegada por rituales y normas rigurosas. En cambio, en su camino fue encontrando gente de otros pueblos, paganos que mostraron tener más fe en Él y en sus palabras. Es de esta manera y gracias a esa fe que vio en otros, que Jesús abre el reino y la salvación para todos nosotros, los no judíos. Y hoy tenemos ese valioso pase a través de nuestra fe a la salvación y adopción como hijos de Dios.

Reflexión:

Hoy reflexionaremos de cómo estamos aprovechando esta gran oportunidad que Jesús nos abrió, al permitir que todo aquel que crea en él se salve y goce de la vida eterna como hijo de Dios,

Oración:

Señor, no somos dignos, pero tu palabra nos ha salvado, que nuestro corazón este abierto a recibirte como nuestro salvador, que por medio de tus enseñanzas que hemos podido repasar en estos días de ayuno junto a ti, podamos ser conscientes del valor real e inmenso del poder de la fe, ayúdanos a no cegarnos por normas y rituales, que estemos siempre alertas para que tú seas nuestro guía y cuando sintamos que perdemos de vista tu horizonte, regresemos a tus enseñanzas para poder retomar el camino de humildad y amor que nos haz trazado, gracias por tu amor y enseñanzas, amen.

Actividad de hoy:

En tu libreta de ayuno, anota y reflexiona sobre como sietes tu fe, de qué manera la expresas, ¿te estas dejando llevar por ritos y normas o estas dejando que sea tu luz de amor y entrega a Dios?

Versículos de estudio:

Mateo 8:5-13

Lucas 7:1-10

Inicio del ayuno total:

a las 7:00 p.m. (a partir de esta hora ya no ingeriremos alimentos, más que agua natural, hasta mañana a las 7:00a.m.)