día 8. Creciendo en la aflicción.

10.01.2019

Todos en algún momento de nuestra vida hemos experimentado momentos de angustioso dolor, físico y emocional, a través de alguna enfermedad que nos aqueja, de la enfermedad de algún familiar o amigo, o la separación que hemos sufrido al dejar partir a un ser querido, porque la muerte ha llegado a su vida física, la perdida de nuestro patrimonio, la crisis económica, el no poder continuar con algún proyecto o de nuestros hijos por la falta de recursos, el fracaso de algún negocio, la ruptura de nuestra familia, la separación de la pareja, alguna accidente o hasta el daño que otro nos ha hecho al atacarnos con algún acto criminal, en esos momentos en que todo se ha visto oscuro, la aflicción ha llegado a nuestras vidas. Hoy al leer este pasaje podemos entender mucho de esos momentos:

Me hizo bien haber sido afligido, porque así llegué a conocer tus decretos. Salmo 119:71.

Hoy meditaremos que es lo que Dios nos ha mostrado en esos momentos de aflicción, como con amor nos ha transformado. Recordemos la aflicción de Jesús aquí en la tierra, para darnos cuenta de que todos pasaremos por momentos de aflicción, pero dependerá de nosotros pasarlos de la mano de Dios y crecer espiritualmente con cada situación por más dura que esta sea o dejarnos perder por el dolor y hundirnos en la más dura de las amarguras que solo nos alimentará el sufrimiento y la desdicha.

¿Te encuentras atravesaño un momento difícil en tu vida que no puedes comprender?, ¿Estás cansado de tanta lucha y te preguntas cuál podría ser el propósito de Dios en ello?, aun cuando te sientas así, no es necesario que en este momento te quede claro porque suceden las cosas, solo tienes que confiar en Dios. Él está obrando en medio de ese problema para bien, aun si no puedes verlo ahora mismo, Él usará lo que sea con tal de transformarte a la imagen de Cristo. Abraza su preciosa promesa y pídele que te muestre un versículo especial que fortalezca tu fe, y anótalo en tu libreta del ayuno. Algún día miraras hacia atrás a esta prueba, meditaras en todo lo que Dios ha hecho en ti y por ti, serás capaz de decir: <<Me hizo bien haber sido afligido>>

Actividad de hoy:

Es momento de ver a los otros, a nuestro alrededor hay personas que están sufriendo aflicción al igual que tú, busca hoy a una persona que puedas ayudar, con oración y acción, y bríndale la ayuda que este en tus manos, no tienes que mirar muy lejos, tal vez a tu alrededor alguien este solo pasando una enfermedad, alguien este desempleado, alguien esté pasando por una crisis familiar, haz en ellos lo que te gustaría que alguien más hiciera por ti en esos momentos de aflicción.

Oración:

Dios, sé que hay un propósito en el dolor de la aflicción. Guárdame de hundirme en la desesperación cuando vengan las pruebas. Quiero darle honor y gloria a tu nombre, sin importar cuáles sean las circunstancias de mi vida. Amen.

Versículos para el estudio adicional:

Salmo 119 : 68, 75-76, 143.

Salmo 145 : 17

Frase del día:

Hoy ofrezco mi ayuno por la aflicción de : (nombre de la persona que ayudarás)






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